Durante el 2017, el Internet de las Cosas (IOT, en sus siglas en inglés) ha escalado posiciones y ha conseguido consolidarse tanto en el mercado como en el imaginario colectivo de las personas. No hace tantos años atrás nos costaba imaginar un coche que pudiera guiarnos automáticamente hasta un destino y ahora incluso somos capaces de fantasear con un asistente de voz virtual. Los tiempos han cambiado y, con ellos, la manera cómo entendemos el mundo que nos rodea.
No somos visionarios y hacer predicciones siempre da vértigo, pero intentaremos poner un poco de luz al futuro cercano del Internet de las Cosas con 5 de las claves que nos ayudarán a entender el 2018.
1. Expansión del número de dispositivos y consolidación del IOT
Estamos delante de una de las tendencias que ha irrumpido con más fuerza en las TIC en los últimos años. Los dispositivos IOT o “cosas” conectadas no paran de crecer, atendiendo a los últimos análisis de mercado publicados. Uno de ellos, de la firma de investigación Gartner, augura que a finales de 2017 existirán 8.400 millones de dispositivos inteligentes y en 2020, alrededor de 20.400 millones. En volumen de mercado, y según la consultora MarketsandMarkets, el volumen de negocio del IOT este año se sitúa entorno a los 170.570 millones de dólares.
Esta tendencia al alza se explica, en parte, por el creciente interés de las empresas y de la indústria en el Internet de las Cosas. Parece que las compañías están perdiendo el miedo a invertir en proyectos IOT y, aún más, empiezan a ser conscientes de los grandes beneficios que estas tecnologías pueden aportar a su negocio: mayor eficiencia, más productividad y un plus de innovación, que tanto les hace crecer por dentro como convertirlos en firmes competidores en su nicho de mercado. En definitiva, representa una oportunidad única para hacer crecer su negocio.
2. Internet Industrial de las Cosas (IIOT) o Industria 4.0
El IOT está transformando muchas industrias diferentes. Por ahora el sector energético y la implementación de tecnologías en los contadores de suministros, y la sanidad, parece que son dos de los sectores que están absorbiendo mayor cuota de mercado. Pero en 2018 veremos como la fabricación inteligente (lo que se conoce como Internet Industrial de las Cosas -IIOT- o Industria 4.0) cogerá un ritmo galopante.
Estamos delante de la fábrica del futuro, la fábrica inteligente, con procesos informatizados y automatizados, máquinas interconectadas que integran sensores y capacidades de comunicación inalámbricas, con el objetivo de recopilar datos que permitan optimizar aún más los recursos. El concepto indústria 4.0 aún no es una realidad consolidad, sino un nuevo hito en el desarrollo industrial que tiene la tecnología como máximo protagonista y que parece que marca el camino de una nueva revolución industrial, la cuarta revolución industrial.
3. NB-IOT, la tecnología que sacudirà el mundo conectado
En 2018 veremos también como arranca la tecnología Narrowband IOT (NB-IOT). Se trata de la primera centrada, exclusivamente, en conectar objetos cotidianos que requieren pequeñas cantidades de datos en períodos largos de tiempo. Perfecta, por ejemplo, para reportar datos des de un contador de luz, para que las máquinas hablen entre sí y se envíen información para automatizar procesos o para tener siempre localizado nuestro equipaje (véase proyecto Track&Go).
Esta tecnología, que utiliza la red de móviles ya existente, tiene muchas posibilidades que aún están por explorar y ya se han empezado a hacer pruebas con ella (nosotros ya estamos desarrollando dispositivos que utilizan NB-IOT). El 2018 será clave para su despliegue global y parece que EUA liderará el lanzamiento. Las previsiones hablan de que a mediados de año estará presente en todo el territorio (ya han empezado a testearla en Las Vegas), y es que, según MarketsandMarkets, norteamérica mantendrá la mayor cuota de mercado en el IOT hasta 2022.
De la mano de la NB-IOT, la tecnología 5G también llevará al límite el Internet de las Cosas. Esta red, sucesora del 4G, permitirá velocidades de conexión móvil mucho más rápidas -casi supersónicas- y buscará optimizar e integrar su tecnología con el IOT. Está prevista su estandarización para el 2020, pero en 2018 ya empezaremos a oír hablar más de ella.
4. La seguridad, el mayor reto
Uno de los retos a los que se enfrenta el IOT es la seguridad. El gran aumento de objetos conectados previsto en los próximos años la sitúan como un elemento crucial en cada una de las etapas de desarrollo de los dispositivos, des del diseño hasta su fabricación. Porque mejorar este aspecto una vez el producto ya está en el mercado es extremadamente complicado.
Sin duda, la seguridad es (o debería ser) una de las prioridades clave de los fabricantes de dispositivos, para evitar riesgos tanto a los consumidores como a las empresas e, incluso, a la sociedad en general. (Recupera el artículo que escribimos sobre el tema).
5. Inteligencia Artificial (IA)
Ya hemos empezado a verlo, pero el 2018 será también clave para que la Inteligencia Artificial (IA) se consolide y se convierta en una corriente principal. Nos referimos, esencialmente, a los asistentes por voz, hoy ya habituales en prácticamente todas partes: móviles, ordenadores, coches, páginas web…
La era en la que hablamos con las máquinas, y éstas son capaces de contestar a nuestras preguntas, ha empezado y aplicaciones como Google Assistant, Siri, Alexa o Cortana se han convertido interlocutor perfecto para resolver nuestros anhelos.